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20 de septiembre de 2011

Diferénciate con el trato a clientes

En estos tiempos tan difíciles, debemos enfocarnos en encontrar ideas novedosas que nos diferencíen de los demás. Así podremos subsistir a la competitividad.
Esta diferenciación debe crear valor para nuestra empresa, y esto se puede lograr yendo más allá de los productos que manejamos. Debemos desarrollar una estrategia a largo plazo, que nos haga diferentes de la competencia. A corto y mediano plazo, deberemos acrecentar nuestras medidas, para lograr posicionarnos en la mente de nuestro cliente.
Otra forma para conseguir la diferenciación es apuntar hacia la mejora en el trato con los clientes, brindar un excelente servicio que nos caracterice con tal de ganar su compromiso hacia nosotros, fomentar la fidelidad a nuestra marca, y por ende, porque recordemos que el cliente es el elemento esencial para la venta.
Un cliente satisfecho, que valore y aprecie nuestros esfuerzos, siempre regresará gustozo con nosotros; además posiblemente nos recomiende y nos permita crear la famosa red de árbol. (Hoy tengo un cliente que me recomendará con 3 más; cada uno de estos me recomendarán con 3 más; y así sucesivamente hasta generar una red mucho más amplia)
Es importante que las medidas que se tomen sean sinceras, el cliente notará si son´"técnicas" aprendidas.
Para ello se muestran los siguientes consejos que serán clave para conseguir diferenciar nuestro negocio de la competencia mediante el buen trato de nuestros clientes:
1. Calla y sólo escucha.
Hay un viejo proverbio de ventas que dice “cuando se tienen dos orejas y una sola boca es por una razón”. Cuanto más tiempo esté hablando un cliente de lo que busca y lo que necesita, más cerca está la posibilidad de venta. Así pues, lo principal es preguntar con inteligencia y escuchar atentamente para descubrir las necesidades y deseos del cliente y poder proporcionárselo.
2. Sé activo, pero no atormentes.
Muchas veces saturamos al cliente con opciones o lo presionamos de tal manera que lo congelemos. Debemos ser activos en la venta pero sin arrollar, si dominamos nuestro producto podremos ser concisos y evitar el apabullamiento del omprador. Aunque el sistema de venta por presión consigue éxito en el momento, también consigue que el cliente se sienta agobiado y no querrá volver a saber nada de nosotros o de nuestro producto. Lo que nosotros buscamos es que vuelva, porque de eso trata la verdadera rentabilidad, no en la primera compra si no en las veces que repita.
3. Trátalos con amabilidad.
Por supuesto, el trato tiene que ser amable y siempre con una sonrisa. Parece una obviedad, pero sonreír y agradecer sinceramente tiene profundas implicaciones psicológicas que para lo que nos interesa, significan "buena sensación y ganas de volver".
4. Mantén un contacto activo después de la compra.
Es fundamental el contacto y el seguimiento, especialmente con los mejores clientes que nos hayan hecho buenas compras. No es caro enviar una nota de agradecimiento posterior y aprovechar de paso para preguntar qué tal le va con la compra, si tiene cualquier problema y si quiere dejar su opinión sobre algo. Estos pequeños detalles denotan tu interés por la persona, la calidad de servicio que estás ofreciendo y te harán diferente a los demás.

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