Temas

12 de septiembre de 2011

Envejecer bien

Desde siempre hemos buscado la forma de vivir más tiempo, de aumentar la esperanza de vida, pero actualmente lo que se busca va más allá, se busca que todos lleguemos a nuestra vejez con plenitud. De nada sirve tener 90 años, y no poder difrutar cada momento de nuestra etapa de vida con libertad y gusto.
Es verdad que la vejez trae consigo la disminución de ciertas capacidades; sin embargo, se ha comprobado que el grado de disminución depende de varios factores como la actividad física, la nutrición y el cuidado de ciertas enfermedades que realizamos desde etapas anteriores, y se podría decir desde niños.
El gran reto de esta etapa es adaptarse y asumir nuestros cambios. Algo que ayuda mucho es utilizar nuestras experiencias para vivir mejor. La vejez no es sinónimo de achaques y no debe entenderse como una enfermedad, comprendamos que es un proceso normal y todas las personas debemos prepararnos para ella.
El envejecimiento es variable en cada persona y depende de varios factores genéticos, personales, estilo de vida y condiciones ambientales. Por eso es tan importante cambiar desde ahora nuestros hábitos: lo que comemos, el ejercicio, la prevención de enfermedades, evitar tomar en exceso, fumar y todo aquello que disminuya nuestro potencial en nuestra vejez.
Hazte responsable de tu salud, la finalidad de todas las actividades preventivas es garantizar el bienestar en cada etapa de nuestra vida.
La mayoría de la gente suele tener temor al envejecimiento. Pero envejecer es parte de nuestra vida y el proceso natural de los seres vivos; sin embargo, es importante tomar esta etapa como un compromiso con nosotros mismos desde hoy mismo y no deberíamos esperar hasta ser adultos mayores para comenzar a tomar medidas preventivas.
Si mantenemos una rutina saludable desde temprana edad, esmuy posible que lleguemos a nuestra etapa de vejez en óptimas condiciones.

Por ende, es necesario seguir una correcta alimentación; este es el primer paso para prevenir enfermedades como la diabetes, hipertensión y otras alteraciones cardiacas, mismas que se agravan en las personas mayores.
Es importante que consumamos de manera equilibrada los alimentos para así obtener todos los nutrientes que necesitamos como calcio, hierro, vitaminas, minerales, carbohidratos y proteínas.
Recuerda consumir alimentos con bajo contenido de grasa y colesterol.
Para lograr tu meta de salud te presentamos algunas sugerencias:
  • Verduras: Prefiere las de hojas verde oscuro o amarillo intenso, ya que contienen calcio y un buen      aporte de fibra para evitar el estreñimiento.
  • Frutas: No olvides incluir dentro de tu dieta todos los colores, cada una tiene nutrientes que te darán      salud.
  • Leguminosas: Como frijol, soya, lentejas y garbanzos.
  • Granos integrales: Trigo, arroz, avena, maíz y cebada.
  • Carnes: Pescado, sardinas, anchoas, salmón, aves sin piel, carne magra.
  • Productos lácteos: De preferencia con bajo contenido de grasa.
  • Líquidos: En la vejez se requiere estar bien hidratado, por lo que se recomienda de 6 a 8 vasos      diarios.
  • Sal y azúcares: Consúmelas en cantidades moderadas y considerando las recomendaciones de tu      médico.
Con nuestra dieta debemos consumir todos los nutrientes, para así tener una alimentación sana, balanceada y suficiente. De hacerlo así, no tendremos que recurrir a suplementos alimenticios que en ocasiones pueden ser perjudiciales para la salud.

Se ha comprobado que la actividad física ayuda a prevenir enfermedades como hipertensión, enfermedades del corazón, obesidad, diabetes, osteoporosis y además previene alteraciones mentales como la ansiedad y depresión.
Hacer ejercicio, no sólo es saludable físicamente, también tiene un efecto positivo porque alivia dolores y otras molestias del adulto mayor. Además te hará sentir bien ya que te da fuerza, equilibrio, flexibilidad y resistencia para realizar de manera independiente todas tus actividades.
Antes de iniciar una actividad física debemos considerar lo siguiente:
  • Consultar a tu médico para verificar tu estado de salud.
  • Elegir un ejercicio que se ajuste a tu estilo de vida.
  • Practica una actividad que te guste y disfrutes para que no la abandones.
  • Intégrate a un grupo de amigos y comparte con ellos tu ejercicio.
  • Determina un espacio y tiempo para hacer tu actividad física.
  • Empieza con ejercicios suaves, para que poco a poco vayas aumentando.
  • Si no puedes salir a realizar tu actividad física, haz ejercicios en casa.
  • Recuerda que el ejercicio debe ser regular y constante, pero no excesivo.
  • Usa ropa adecuada y cómoda.
  • Si alguna actividad te causa malestar, consulta a tu médico.
Es recomendable realizar deportes como la natación, gimnasia, baile o una caminata acelerada de por lo menos 30 minutos. Trata de realizar cualquier ejercicio por lo menos 3 veces a la semana.

Cuando sé es mayor, se debe estar pendiente de todo nuestro cuerpo. Cualquier lesión o alteración pone en riesgo nuestra salud. A continuación se presentan algunos detalles que debemos tomar en cuenta.
  • Pies: Los adultos mayores pueden presentar alteraciones como dolor, deformaciones o infecciones.      Se recomienda una revisión diaria de nuestros pies, utilizar calzado cómodo, usar cojinetes para      proteger y evitar callosidades. Si presentas infecciones producidas por hongos, asea y seca muy bien entre los dedos. Si se tiene otro tipo de lesiones, sobre todo en pacientes diabéticos consulta a tu      médico de manera inmediata.
  • Piel: Cuando somos mayores la piel es frágil, seca y menos elástica. Por lo que debes asear y lubricar      diariamente.
  • Ojos: Debes hacerte una revisión periódica de tu vista, ya que con frecuencia los ancianos presentan      cataratas, presbicia, glaucoma y daño de la retina. Ante cualquier anomalía visita a tu médico, recuerda que muchas alteraciones visuales pueden llevar a la ceguera.
  • Oídos: La sordera repercute en gran medida en nuestra vida, ya que nos aísla. Te recomendamos un      aseo regular de oídos, para evitar tapones de cerumen, y otros daños como: presbiacusia (pérdida      progresiva de la audición) o algunas infecciones. También debes evitar ruidos excesivos, no introducir ningún objeto extraño en el oído y si hay alguna disminución de la capacidad auditiva, hablar pausado y en un volumen normal.
  • Boca: Debes cepillar frecuentemente tus dientes, más aún si utiliza prótesis dentales, así evitas      infecciones y lesiones de la encía. De preferencia utiliza hilo dental, cepillo con cerdas suaves o      medianas y visita regularmente a tu odontólogo.
Generalmente cuando somos mayores presentamos ansiedad y depresión, debido a que es una etapa de adaptación donde algunos podemos sentirnos viejos, inútiles, con limitaciones físicas o económicas. También puede presentarse la pérdida del cónyuge, el abandono de los hijos, o bien, la jubilación.
Si permitimos que esos sentimientos aumenten o duren la mayor parte del día, empezarán a afectar nuestra vida y tendremos que buscar ayuda profesional.
Por eso es necesario conocer lo siguiente:
Síntomas de una persona que sufre depresión:
  • Tristeza y desesperanza la mayor parte del día.
  • Cansancio extremo y cambios en los hábitos del sueño.
  • Llanto sin razón o con facilidad.
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte.
  • Cambios en el apetito.
  • Pérdida del interés en las actividades cotidianas.
Consejos para evitar ansiedad o depresión.
  • Si ya estás jubilado, mantente ocupado.
  • Sigue en contacto cercano con tus familiares y amigos.
  • Participa en actividades comunitarias o en grupos de apoyo.
  • Establece metas propias a corto plazo.
Otra preocupación que podemos tener cuando somos ancianos es la pérdida de la memoria, que generalmente está relacionada con la angustia y depresión, ya que hacen que la mente esté ocupada y desmotivada.
La demencia en cambio, es una enfermedad más grave que ocasiona pérdida de la memoria, pero afortunadamente no se relaciona con el envejecimiento.
Te recomendamos realizar actividades que te motiven a pensar y representen nuevos retos. No olvides mantener una vida social activa, mantenerte informado de lo que pasa a tu alrededor, lee algún libro o el periódico, disfruta la música, etc. No se trata de "ocuparse" o "distraerse", el objetivo es realizar tareas que causen placer, gratificación, desarrollo, así evitas el aburrimiento, el aislamiento y la soledad, al mismo tiempo que mantienes en forma tu actividad cerebral.

Los cambios anatómicos como disminución de la masa muscular, la falta de equilibrio, etc., aumentan el riesgo de sufrir accidentes en esta etapa. Por eso es muy importante que se tenga actividad física diaria para mejorar nuestros reflejos, capacidades motoras y la actividad mental.
Además también es importante mencionar que generalmente los accidentes se presentan por falta de acondicionamiento del entorno, por lo que te damos algunas recomendaciones para prevenirlos:
  • Manten en buen estado las tuberías de gas y asegúrate que las llaves de la estufa estén bien      cerradas.
  • Verifica que los pasillos y lugares recurrentes estén bien iluminados.
  • Quita del paso todos los objetos que pudieran hacerte tropezar (juguetes, alfombras, cables).
  • Ten siempre a la mano los teléfonos de familia, amigos y vecinos para cualquier emergencia.
  • Si necesitas usar bastón o silla de ruedas, hazlo.
  • Amarra adecuadamente tus zapatos.
  • Si utilizas anteojos, tenlos siempre a la mano.
Adicional a toda esta información, no olvides tomar en cuenta ciertos puntos para tu cuidado:
  • Evita auto medicarte.
  • Lleva un registro de tus medicamentos.
  • Ten clara la dosis y el horario en que debes tomar tu medicamento.
  • Pregunta sobre los alimentos o bebidas que debes evitar con algún medicamento, o bien, sobre sus      efectos secundarios.
  • Verifica siempre la fecha de caducidad de tus medicamentos.
  • Si necesitas recibir atención médica, recuerda que debes ser tratado con respeto, cortesía y dignidad.
  • Puedes seguir trabajando si no se tiene ninguna incapacidad.
  • No firmes cartas poder, documentos o papeles en blanco.
  • Lleva siempre contigo una identificación, con tipo de sangre, alergias y el lugar donde quieras ser      atendido en caso de accidente.
  • Si sales solo, avisa a donde vas a algún familiar, amigo o vecino.

Organismos de apoyo

1. Instituto Nacional de Protección al Adulto Mayor (INAPAM)
http://www.inapam.gob.mx/

2. Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)
Tel. (01 55) 5601 2222 Cd. de México

3. Dirección de Rehabilitación y Asistencia Social (DIF)
Tel. (01 55) 5601 2222 ext. 4228 y 4229 Cd. de México

4. Dirección de Asistencia Jurídica (DIF)
Tels. (01 55) 5629 2370, 5601 2222 Cd. de México

5. Secretaría de Salud
Tels: (01 55) 5540 1758, 5740 5181, 5740 0306 Cd. de México

No hay comentarios:

Publicar un comentario