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12 de agosto de 2011

Salud financiera

¿Qué es la salud financiera?

En cuestiones financieras, el término salud se relaciona con:
* Equilibrio entre ingresos y egresos
* Equilibrio entre flujo y deuda
* Equilibrio entre ahorro y planes futuros

En la medida en que se tiene un control adecuado sobre los factores económicos, se fortalece la tranquilidad interior, lo que favorece las relaciones entre las parejas y hacia los hijos.
Son convenientes las conversaciones sobre el cuidado de la luz, el agua, el teléfono y otros puntos detectables tan pronto llegan los recibos correspondientes. Lo mismo sucede cuando se revisan los saldos de los créditos que tenemos que pagar mensualmente. Estos eventos demandan una buena comunicación entre los integrantes de la familia para facilitar su comprensión y la consecuente participación de todos en el cuidado del gasto y consumo de servicios.

Equilibrio entre ingresos y egresos

Es importante considerar que no se trata de evitar los gastos.
Todos aquellos bienes o servicios que no somos capaces de generar de manera autónoma implican un gasto, de modo que no se trata de gastar sin control, sino de gastar de manera más dirigida. Es decir, vigilar en qué y cuánto sale del bolsillo.

Control del gasto

Ya sea que tus ingresos sean fijos por provenir de un salario o rentas, o que tus ingresos sean variables en virtud de tener un negocio propio o una actividad independiente, el control del gasto es importante.
Es necesario hacer una lista de los gastos fijos que se tienen (Renta, colegiaturas, transporte, etc), y así una vez que llegue nuestro pago separar lo correspondiente a estos pagos.
Del sobrante, podemos apartar un porcentaje para destinarlo a ahorro.
Y ahora sí, una vez que sepamos cuánto queda disponible, podemos decidir en qué gastarlo.

Equilibrar flujo y deudas

Es necesario que la diferencia entre ingresos y egresos sea positiva. Esto nos permite evaluar nuestra holgura en el flujo. Cuanto mayor sea la diferencia, mejor será nuestra posición en cuanto a no preocuparnos por el gasto corriente. De lo anterior hay que pensar que una porción del remanente puede destinarse al endeudamiento, esto es a la adquisición de créditos principalmente relacionados con bienes o servicios de consumo o con bienes duraderos.
Cuando utilizamos tarjetas de crédito, sean bancarias o comerciales, hay que presupuestar la cantidad de dinero que pagaremos por esa deuda.
Para ello te sugerimos tomar en cuenta lo siguiente:
a. Situación sólida:
Cuando la tarjeta se utilizó para alguna compra y el total de esa compra se cubre en el siguiente corte de cuenta, por lo que no genera intereses.
b. Situación controlada:
Es aquella en la que se ha optado por pagar la deuda de manera programada y el monto de los pagos mensuales se tiene contemplado en los egresos. Al cubrir esos pagos, sigue existiendo un remanente.
c. Situación preventiva:
Se presenta cuando el pago de la deuda implica reducir el gasto corriente, prescindiendo de artículos básicos. En estos casos se deben tomar medidas emergentes en cuanto a ahorros hasta salir de la situación de riesgo y transformarla, al menos, en una situación controlada.
d. Situación crítica:
Se refiere al hecho de que ante una situación de riesgo, el único escenario posible implica seguir adquiriendo deuda. Esto hará crecer nuestros saldos en tarjetas de crédito y consecuentemente nuestras obligaciones de pago, de manera que por más esfuerzos que se efectúen, la deuda no se reduce. Te recomendamos evitar esta situación a toda costa.
De todo lo anterior se deduce que el manejo adecuado del crédito resulta positivo y provechoso. La forma de darnos cuenta de que lo estamos haciendo correctamente es vigilar que aún después del pago de deudas exista un sobrante en nuestro flujo.

Cuidado del ahorro

Debes cuidar que el ahorro no se traduzca en sacrificios importantes para tu familia, en cuanto a prescindir de lo básico. En todo caso, después de analizar y depurar nuestros gastos, se puede predeterminar el monto de ahorro mensual conveniente para cumplir con cada uno de los planes trazados.
Procura abrir una cuenta de ahorro o inversión, y asigna un nombre, siempre que le ponemos nombre a un ahorro nos sentiremos más gustosos de efectuarlo. Cumplir con este punto brinda especial satisfacción y bienestar a la familia, contribuyendo notoriamente a mantener una atmósfera sana y reconfortante en el hogar.

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