El ahorro se nos ha inculcado desde la infancia. Se dice que es un buen hábito que nos permitirá evitar problemas financieros a lo largo de nuestra vida, siempre y cuando se ahorre de manera constante.
Tener la seguridad de que se tiene cierta cantidad ahorrada, cambia nuestra perspectiva en los momentos difíciles; sentimos que estamos preparados para afrontar un accidente, un gasto imprevisto, y contamos con la idea de que algún día podríamos realizar gastos más fuertes, sin tener la preocupación constante. Esto contribuye a evitar padecimientos diversos que van desde una simple alteración hasta problemas serios de salud, pasando por diversos grados de estrés.
Aunque sabemos que es muy importante ahorrar, solemos utilizar frases como ¿Cómo ahorrar si apenas libro los gastos?, o bien, Ahorraría si me sobrara dinero. Esto proviene de una serie de situaciones que se viven cuando ya comenzamos a ser conscientes de nuestras responsabilidades: rentas, colegiaturas, alimentación, transportación, vestido, etc., Lo que deja al ahorro como una opción poco "viable".
Aunque sabemos que es muy importante ahorrar, solemos utilizar frases como ¿Cómo ahorrar si apenas libro los gastos?, o bien, Ahorraría si me sobrara dinero. Esto proviene de una serie de situaciones que se viven cuando ya comenzamos a ser conscientes de nuestras responsabilidades: rentas, colegiaturas, alimentación, transportación, vestido, etc., Lo que deja al ahorro como una opción poco "viable".
El secreto para hacer rendir el dinero, es cuidar en qué gastamos. Para ello es necesario hacer un cálculo de los gastos "programables"; es decir, tomando de ejemplo lo siguiente: si ya sabemos que debemos pagar $10 de renta, $10 de colegiatura, $10 de útiles, $10 en predial, $10 en renta de servicios fijos, pues tenemos muy claro que al mes necesitaremos $50 pesos para cubrir nuestros gastos fijos. Éstos normalmente no variarán tanto, por lo que podemos aumentar una pequeña cantidad por si se da el caso. Osea que al mes, mínimo destinaremos $60 pesos a los gastos ya conocidos.
En teoría esto suena bastante sencillo, pero debemos reconocer que en nuestras éspocas, el concepto de "ahorro" se ha percibido como algo confuso e irreal. Sin embargo, hay formas sencillas para tener la capacidad de ahorrar, sin necesidad de aumentos de sueldo, promociones o premios derivados del azar.
¿Cómo se puede generar esa capacidad a partir de ahorros en los distintos rubros?
1.- Gastos programables fijos. Estos pueden ser: renta o hipoteca, colegiaturas, libros, uniformes, predial, deudas comerciales fijas, entre otros.
Si realizamos una lista con todos los gastos fijos que cada quién tenemos, y hacemos el cálculo estimado, tendremos claro en qué estamos gastando.
Debemos evitar retrasos en los pagos, ya que de incurrir en morosidad, se hace uno acreedor a recargos o penalizaciones, conceptos a los que hay que aumentar la correspondiente tasa de interés y una tasa excedente de IVA. Éstas suelen ser las causas de la falta de capacidad al ahorrar.
Si tenemos cuidado con las fechas de corte, con los plazos, evitaremos intereses. Estas cantidades, al parecer pequeñas, representarán un ahorro considerable al juntarlas a fin de mes, fin de año.
2.- Gastos programables variables. Como pueden ser: alimentación, agua, luz, teléfono, gas, transportes, gasolina, servicios al automóvil o en el hogar, verificaciones, deudas comerciales variables, entre otros.
Para ahorrar en este sentido, es mucho más sencillo.
Podemos evitar comprar comida en la calle, y preparar algo desde casa.
En cuestión de transporte, podemos planear la ruta desde antes, y así ver si es conveniente utilizar medios de transporte público como alternativa; así evitaríamos gasto en gasolina y estacionamientos.
Para los servicios, debemos evitar dejar luces prendidas, reparar fugas de agua, utilizar productos ahorradores (focos, llaves, WC, etc).
Esto nos representará una gran cantidad que podría ser destinada al ahorro.
3.- Gastos menores
Se refieren a todas esas pequeñas compras diarias, como golosinas, antojos y "caprichos". Para este rubro se pueden implementar algunas acciones, como:
- Cambiar hábitos entre comidas, eso te beneficiará en tu salud física y financiera.
- Antes de cada compra, pregúntate: ¿Cada cuándo lo voy a usar? ¿Dónde lo voy a poner? ¿Realmente lo necesito? ¿Va con la decoración? ¿Hasta hoy cómo he resuelto el no contar con ese artículo? ¿Tengo algo que me resuelve la misma inquietud o necesidad?
- Las compras en puestos ambulantes se deben evitar a toda costa, en vez de ahorrar implican más gastos.
- Has una revisión del monto diario que dedica tu familia a los pequeños gastos. Si tenemos un control mejor, podremos ahorrar bastante. Por ejemplo: si en promedio se gastan $30.00 diarios, representarían más de $10,000.00 por año.
Para tener buenos resultados en el ahorro, debemos considerar las siguientes acciones:
1.- Buscar precios.
- Cerca de tu domicilio puede haber más de una miscelánea o pequeños supermercados. En uno de tus días libres visite varios de ellos y verifica precios de los artículos que adquieres con mayor frecuencia notarás que algunos son más baratos en una tienda que en otra.
- Toma en cuenta que no siempre una sola tienda tiene los precios más bajos en todos los productos.
- Establece tus rutas de compra para adquirir los mejores precios en cada caso.
2.- Comprar por gusto, no por marca
- A muchas personas les gusta comprar artículos de marca sólo por ese hecho. Pero eventualmente se pueden encontrar artículos más al gusto y con similar calidad, por precios notablemente más bajos. Por ejemplo, en ropa existen tiendas especializadas donde la ropa resulta entre un 30% y un 50% más barata.
- Siempre que puedas acude a los llamados outlets. Incluso la ropa de marca resulta más económica que en las tiendas departamentales.
- Existen otros artículos comunes que, sin ser de marca, ya no hacen gran diferencia con los famosos. Es el caso de electrodomésticos y muebles, por ejemplo.
- Antes de cada compra de artículos diversos, pregúntate cosas como ¿Cada cuándo lo voy a usar?, ¿Dónde lo voy a poner?, ¿Realmente lo necesito?, ¿Tengo algo que me resuelve la misma inquietud o necesidad?, ¿Va con la decoración?, ¿Hasta hoy cómo he resuelto el no contar con ese artículo?
3. Evitar el crédito lo más posible
- El uso del crédito, bancario o comercial, es una gran ventaja, sobre todo en casos de emergencia, pero procura evitarlo para las compras del gasto corriente.
- Sólo cuando es necesaria una compra y no se tiene la suficiente liquidez es recomendable utilizar el crédito. Cerciórate de que podrás cubrirlo de preferencia el mes siguiente, para evitar los altos intereses que cobran las tarjetas de crédito.
- Cuando se presente una promoción de ventas en donde existan artículos que realmente necesitas, prefiere los esquemas que ofrecen pagos fijos sin intereses, antes de recurrir al uso del crédito habitual. Aun si no obtienes ahorros significativos, sí evitarás el gasto que representan los intereses.
4. Planear las diversiones
- Procura que las diversiones comunes, como ir al cine, comer fuera de casa, hacer un paseo en fin de semana, etc., tengan predestinada una cantidad tope.
- En el caso específico de paseos, busca paquetes. Normalmente en todos los estados existen paquetes de paseos a lugares cercanos, con una considerable variedad de diversiones.
- Cuando salgas a cualquiera de los anteriores destinos, evita compras compulsivas, sobre todo de artículos que no vas a usar, como recuerdos, adornos, etc. Suelen ser artículos que pronto desaparecen de la decoración.
5. Buscar ofertas
- Cuando compres algo en oferta, formúlate las preguntas que hemos usado.
- No compres algo sólo porque está de oferta. Muchos clósets, alacenas y demás áreas de la casa pueden estar llenas de esos artículos que fueron comprados y poco o nunca utilizados.
- Cuando necesites algún artículo, busca ofertas, no compres en la primera tienda que encuentres.
- Cuando vayas de compras procura no ir de prisa; planea un tiempo razonable para darte la oportunidad de una buena selección.
Ahorrar es algo que nos trae más beneficios, que desventajas; solemos dejarlo a un lado, no por falta de dinero, si no por falta de la planeación en gastos. Si a pesar de todos estos consejos, aún sientes que el ahorro es "imposible", inclúyelo cómo gasto fijo.
A la semana guarda $100 pesos, verás que esto no representa mucho, pero al final del mes tendrás una cantidad considerable. Si lo sumas, al final del año, será un monto que puedes utilizar para cubrir un "lujo" que normalmente no hubieras hecho.
Poco a poco notarás los beneficios del ahorro, y lo harás de manera sitemática, lo que te hará notar la facilidad con la que uno puede tener dinero guardado.
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